La asociación civil “S.O.S HÁBITAT” recuerda este día
aportando algunos datos sobre la forestación y la importancia de la misma en nuestra
ciudad. Se sabe que la forestación es aquella actividad que se ocupa de
estudiar y de gestionar la práctica de las plantaciones, especialmente de los
bosques, como lo que son, recursos naturales renovables. La actividad
forestal más común es la plantación, renovación y tala de árboles maderables.
La importancia de la misma radica en que los árboles
trabajan para nosotros 24 horas todos los días para mejorar nuestro ambiente y
nuestra calidad de vida. Algunos de sus beneficios son los siguientes:
·
Reducir la contaminación del aire: Los árboles y otras plantas
fabrican su propio alimento de dióxido de carbono (C02) en la atmósfera, el agua, la luz solar y
en una pequeña cantidad de elementos del suelo. En ese proceso los árboles
liberan el oxígeno (02) para nosotros respirar.
·
Ayudar a eliminar, atrapar y
sostener partículas de contaminantes (polvo, cenizas, polen y humo) que pueden
causar daños a los pulmones humanos. Absorben C02 otros gases peligrosos y, a
cambio, restauran la atmósfera con oxígeno. Los árboles remueven los
contaminantes gaseosos absorbiéndolos a través de los poros de la superficie de
las hojas. Las partículas son atrapadas y filtradas por las hojas, los tallos y
las ramas, y son lavadas hacia el terreno por la lluvia.
La contaminación perjudica a los árboles dañándoles su follaje e
inhibiendo el proceso de fotosíntesis (producción de alimentos). También
debilitan a los árboles haciéndolos más susceptibles a otros problemas de salud
tales como insectos y enfermedades. La pérdida de árboles en nuestras áreas
urbanas no solo intensifica el efecto de “isla termal” debido a la pérdida de
sombra y evaporación, sino que perdemos también un principal absorbente de
bióxido de carbono y un atrapador de otros contaminantes atmosféricos.
En nuestra ciudad circula la idea de que se cuenta con una gran arboleda
o está muy bien forestada, sin embargo podemos notar que ello no es del todo cierto. La ciudad
crece cada año y las calles cada vez están más desiertas, permitiendo que el
sol cubra las veredas y no haya reparo del calor en el verano, o de la lluvia en días de tormenta. Los pocos árboles
que hay no son adecuados para el lugar donde están, muchos no son nativos y se
terminan convirtiendo en plaga. Se observa la conducta de vecinos que no cuidan
los árboles, que los podan incorrectamente o que los quitan sin autorización.
Una ciudad forestada invita a personas de otros lugares a recorrerla, es
agradable para permanecer, incluso los mismos habitantes la cuidarían más.
Apostemos a que en un futuro
próximo nuestra ciudad sea una de las más forestadas con árboles nativos
y que los ciudadanos se concienticen para protegerlos.
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