Desde la UNESCO, se celebra este día para fomentar la disminución de los residuos que produce la población de todos los países a través del reciclaje.
Son los restos de los elementos que alguna vez utilizamos en nuestro estilo de vida y que consideramos que ya no sirven para seguir con la función que se le dio.
Reciclar es transformar los materiales que fueron desechados, a través de procesos que permiten elaborar nuevos productos, envases o materia prima.
Para comenzar con un sistema de reciclaje es importante separar los residuos, esto podemos hacerlo desde nuestras casas o lugares de trabajo.
La importancia de reciclar es porque la generación de basura (los restos de elementos y sustancias que ya no nos sirven y los desechamos todo junto), trae consigo graves problemas ambientales, ya que aunque sean recogidos de nuestra casa, estos sólo pasan a otro lugar.
Algunos de los problemas conocidos como la contaminación del agua, por ejemplo, por la basura que se arroja a ríos y arroyos, ocasionan un desequilibrio químico en el agua, en el suelo y en animales, plantas y humanos que viven de él. Además, en el lugar donde se concentra la basura se filtran líquidos que contaminan el agua del subsuelo, de las cuales las ciudades dependen.
También influye en la contaminación del suelo, ya que la basura que arrojamos en áreas verdes, cambia la composición química del suelo y dificulta la germinación y crecimiento de vegetación.
En el caso de la contaminación del aire se genera por la descomposición de la materia orgánica e inorgánica, por los residuos y bacterias que se dispersan por el aire. Esto ocurre con mayor gravedad con el aumento de la temperatura.
¿POR QUÉ SEPARAR ES MEJOR?
La condición para iniciar un proceso de reciclaje es la separación de la basura. Hay distintos grados de separación. La más simple pero muy útil, consiste en distinguir entre residuos orgánicos e inorgánicos.
Orgánicos: Los podemos identificar como aquellos de origen animal y vegetal. Por ejemplo: cáscaras de frutas y verduras, cascarones de huevo, sobrantes de comida, servilletas de papel usadas, residuos de café, bolsistas de té, pasto, hojas, ramas y flores, entre otros.
Inorgánicos: Bolsas, envases de plástico, vidrio, papel, cartón y metales. Casi todos los residuos inorgánicos se pueden reciclar cuando están libres de materia orgánica, limpios y secos.
Para ayudar al reciclaje de los desechos inorgánicos, te recomendamos separar estos residuos en forma independiente:
- Juntá y aplastá las latas de aluminio para reducir su volumen.
- Separá las botellas y frascos de vidrio y no los rompas. Los vidrios rotos deben manejarse por separado y con mucho cuidado para evitar accidentes.
- Juntá y atá el periódico, las revistas, las hojas de papel y el cartón para facilitar su manejo y traslado.
- Juntá y aplastá todos los envases y botellas de plástico, esto facilita su clasificación y reciclaje.
¿Qué tiene de bueno el RECICLAJE?
- Permite la creación de nuevos trabajos.
- Reduce la necesidad de basurales, rellenos sanitarios y del proceso de incineración.
- Evita la contaminación causada por la fabricación de productos de materiales vírgenes (sin ser materiales reciclados).
- Ahorra energía
- Reduce las emisiones de Gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático y global.
- Ahorra en Recursos naturales como son el uso de la madera, el agua y los minerales.
- Ayuda a mantener y proteger el medio ambiente para las generaciones futuras.
¿Dónde llevo lo que separo?
Podés ver el lugar más cercano en la página DÓNDE RECICLO.
Recordá que lo que pensás que es un RESIDUO, para otros, en nuestra ciudad y en todo el mundo, es un RECURSO.
"Lo único que no puedes reciclar, es el tiempo perdido"
Anónimo
Fuente: ¡Vamos a hacerlo! Argentina
Comentarios
Publicar un comentario