A partir del descenso de la aguas avenidas en los últimos
días del mes pasado y comienzos del presente, y que provocaran el anegamiento
de vastos sectores de nuestra ciudad, se han escuchado (y aun se escuchan), un
sinnúmero de medidas a tomar por parte de las autoridades municipales,
provinciales y nacionales de las que se esperan resultados que disminuyan los
efectos de futuras inundaciones.
En su ya larga
lucha por la protección y preservación del medio ambiente y los recursos
naturales y culturales, la Asociación Civil S.O.S. Hábitat conjuntamente con los
demás miembros de la Comisión Asesora del Comité de Cuenca del Río Luján, hemos
concluido que hay soluciones posibles que hagan disminuir las consecuencias de
estos fenómenos que inexorablemente habrán de repetirse.
Siempre ateniéndonos a que toda intervención en el cauce
del Río Luján, sus afluentes y humedales que se planifique y/o ejecute deberá
estar enmarcada en un modelo que respete, y sobre todo no modifique la
naturaleza de dichos recursos naturales, y deberán posibilitar la devolución de
las características ya alteradas por el hombre.
Debemos tener en cuenta el carácter de indivisible de la
cuenca para cualquier medida a ser tomada.
Realizar un análisis profundo y sustentable en el tiempo,
que garantice la participación ciudadana, de los organismos públicos y
organizaciones de la sociedad.
De una discusión del modelo de río que queremos, surgirán
claramente tanto las acciones antrópicas no compatibles con dicho modelo como
las acciones a desarrollar en reparación de los daños ya provocados.
NUESTRA PROPUESTA:
La puesta en marcha inmediata de un plan de obras NO ESTRUCTURALES que si bien no será la
solución total y definitiva del problema inundaciones, ciertamente colaborará
en gran medida a su alivio y la desaparición de las características
catastróficas de los últimos
eventos.(Además de convenir que estas obras resultan medidas de bajo costo en
comparación con cualquier obra estructural dado que conllevan alta aplicación
de mano de obra).
· Limpieza de vanos de puentes
· Retiro de residuos que pululan
por el cauce
· Clausura de canales clandestinos
· Mantenimiento de pastizales en
bordes de ríos y arroyos
· Combate de las especies invasivas
(acacio negro y ligustro)
· Forestación controlada con especies nativas
· Revisar y/o rehacer los códigos
de ordenamiento territorial con una visión urbanística y ambiental
· Demarcación de la línea de ribera
de todos los cursos, a partir de la cual podrá
planificarse la erradicación de población vulnerable o en riesgo
· Inventario de humedales en toda
la cuenca que permitirá normalizar su protección
· Paralización inmediata de todo
emprendimiento inmobiliario en toda la cuenca, a efectos de someter a todas y
cada una de ellas a una auditoría que determine la adecuación a toda la
normativa existente y que en el caso de constituir una intervención ilegal o
atentatoria contra el recurso natural, proceder a la remediación es decir
volver al
estado natural del mismo
· Al constituir toda la cuenca
enormes reservorios de material arqueológico y paleontológico, es necesaria la
preservación intacta de las márgenes del
Río por ser los principales sitios donde se hallan estos testimonios.
Recalcamos con
firmeza que:
La falta de
planificación urbana; la falta de gestión integral de la cuenca; el relleno de
humedales y la disminución cada vez más marcada de espacios verdes que permiten
la filtración de las aguas, son los
principales responsables de las calamidades sufridas.
Por otra
parte la inobservancia de normas constitucionales, leyes nacionales y
provinciales, resoluciones ministeriales, decretos y ordenanzas que componen un
cuerpo normativo que, aunque siempre perfectible, es eficiente y no podemos
eludir, genera la mayoría de estos desastres.
Algunas conclusiones:
· Al río lo que es del río
· La culpa de los problemas que
generan las inundaciones no son solo de la Naturaleza.
Hacen falta
visiones interdisciplinarias para encontrar soluciones
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