Bordeando el Río Luján, a su paso por Mercedes, serpentea un viejo camino de tierra que alguien en algún momento, decidió llamar “Avenida Dorrego”. Esa intención de homenajear al prócer sin dudas fue buena, pero con el correr de los años la realidad mostró que el merecido reconocimiento, terminó siendo una ofensa a su persona.
A pesar de que la actual administración comunal ha realizado esfuerzos por desmalezar y mejorar los tramos linderos al Parque Municipal, el resto de esta extensa arteria, desde hace décadas se parece más a un inmenso basural que a un apacible camino rural. Porque son muchos los que no valoran su importancia y contribuyen con su absurdo accionar, al lamentable estado en que se encuentra.
Se puede decir que nace en el ex campo del Regimiento 6 de Infantería y termina a la altura de la “curva al cementerio”, algo así como unos 8 kilómetros de recorrido, uniendo puntos valiosos para todos los mercedinos, parajes o construcciones, cuya importancia histórica se debe transmitir a las nuevas generaciones, para acrecentar y fijar su acervo cultural. Así nos encontramos por ejemplo con una reliquia como “el viejo cañón” fijado de culata y usado como mojón, el centenario puente del “Paso del Cañón”, el recordado balneario “La Palangana”, las antiguas instalaciones del “Tiro Federal”, el Parque y su emblemática “Pasarela”, la simbólica “Cruz de Palo” y el legendario puente “3 de Marzo”.
Demás está decir que urge una puesta en valor de estos sitios, pero sobre todo, una firme campaña del municipio para erradicar los tremendos basurales que cada pocos metros salpican la avenida, con su asquerosa y pestilente carga de animales muertos, plásticos y colchones a medio quemar, escombros, hierros y alambres, electrodomésticos oxidados, vidrios, embaces con químicos peligros, etc. Un servicio de vigilancia policial o privado, debería recorrer a caballo o en moto de forma continua y de punta a punta la “Av. Dorrego” tratando de identificar a los inadaptados que arrojan los residuos y castigarlos como corresponde a su enfermo accionar. Recién ahí podríamos empezar a soñar realmente…con una Mercedes diferente.
A pesar de que la actual administración comunal ha realizado esfuerzos por desmalezar y mejorar los tramos linderos al Parque Municipal, el resto de esta extensa arteria, desde hace décadas se parece más a un inmenso basural que a un apacible camino rural. Porque son muchos los que no valoran su importancia y contribuyen con su absurdo accionar, al lamentable estado en que se encuentra.
Se puede decir que nace en el ex campo del Regimiento 6 de Infantería y termina a la altura de la “curva al cementerio”, algo así como unos 8 kilómetros de recorrido, uniendo puntos valiosos para todos los mercedinos, parajes o construcciones, cuya importancia histórica se debe transmitir a las nuevas generaciones, para acrecentar y fijar su acervo cultural. Así nos encontramos por ejemplo con una reliquia como “el viejo cañón” fijado de culata y usado como mojón, el centenario puente del “Paso del Cañón”, el recordado balneario “La Palangana”, las antiguas instalaciones del “Tiro Federal”, el Parque y su emblemática “Pasarela”, la simbólica “Cruz de Palo” y el legendario puente “3 de Marzo”.
Demás está decir que urge una puesta en valor de estos sitios, pero sobre todo, una firme campaña del municipio para erradicar los tremendos basurales que cada pocos metros salpican la avenida, con su asquerosa y pestilente carga de animales muertos, plásticos y colchones a medio quemar, escombros, hierros y alambres, electrodomésticos oxidados, vidrios, embaces con químicos peligros, etc. Un servicio de vigilancia policial o privado, debería recorrer a caballo o en moto de forma continua y de punta a punta la “Av. Dorrego” tratando de identificar a los inadaptados que arrojan los residuos y castigarlos como corresponde a su enfermo accionar. Recién ahí podríamos empezar a soñar realmente…con una Mercedes diferente.
Comentarios
Publicar un comentario