A raíz de una nota publicada por el Centro de Ingenieros de Mercedes sobre los planes ProCreAr y su pretensión de construir casas sobre los terrenos del ferrocarril, adjuntamos el enlace donde se puede leer completa la nota : http://www.noticiasmercedinas.com/130420pro.htm y a su vez, acercamos una nota de Javier Moleres, integrante de S.O.S HÁBITAT quien hace ya tiempo que había escrito sobre el uso de los terrenos del ferrocarril pensando en estos espacios como espacios verdes o "pulmón verde". Para finalizar, compartimos el comentario de Cristian Moleres (estudiante y docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires) acerca del tema tratado. Esperamos que antes de cualquier construcción se reconsidere lo propuesto por el Centro de Ingenieros para evitar problemas en la ciudad en tiempos futuros.
"Dejando de lado cierto tipo de bacterias, el resto de los seres que habitan
este planeta necesitan aire para vivir. El hombre no escapa a esa
necesidad y para él representa un elemento aún más vital que el agua y
los alimentos: a diario nuestros pulmones filtran unos 15 Kg. de aire atmosférico,
mientras que sólo utilizamos menos de 2,5 Kg. de agua y 1,5 Kg. de alimentos.
A pesar de esto y particularmente a los mercedinos ¿realmente nos preocupa
el aire que respiramos? Nadie puede negar que nuestra ciudad crece día a día
hacia adentro y hacia afuera. Hacia adentro porque - en muchísimos casos y como
salida rápida y económica- ante una necesidad imperiosa de vivienda se
construye utilizando el 40% de espacio libre correspondiente a otra ya
existente, desvirtuando lo que se debió haber conservado precisamente como
parte del “pulmón de manzana” (antes ocupado por arbustos o frutales) y
provocando mayor aglomeración en el radio céntrico. Recordemos que según las
ordenanzas no se puede hacer ninguna construcción cubierta o semi-cubierta en
el “pulmón de manzana”.Mercedes crece también hacia afuera, dado que se extiende irrefrenable “devorando” la zona de quintas con loteos y nuevos barrios, que hacen desaparecer montes, sembradíos y pastizales, fuente del vital oxígeno.
A lo expuesto le debemos sumar un incremento espectacular en el número de vehículos que circulan por nuestra ciudad: automóviles, camiones de reparto, ómnibus, ciclomotores y motocicletas, liberando a la atmósfera sustancias nocivas para el medio ambiente, en concentraciones que también afectan la salud humana. Las emisiones, que provienen en su mayoría de los gases de escape y varían según el combustible utilizado -diesel o gasolina-, se componen de monóxido de carbono, hidrocarburos, óxido de nitrógeno, hollín, hidrocarburos condensados y compuestos de azufre.
El arbolado público debe mitigar los efectos dañinos de esa contaminación atmosférica. Sin embargo, hoy está siendo diezmado por vecinos irresponsables que -con la excusa de reparar las veredas- arrancan ejemplares añosos, siendo que podrían evitar los deterioros provocados por las raíces con un simple encofrado alrededor del tronco. Así, frondosos árboles que brindan el oxigeno y la sombra necesaria, son reemplazados por especies de “poco y lento” desarrollo, que no cumplirán en absoluto con la misma función. En otros casos, se los mutila de tal forma con innecesarias “podas”, que quedan impedidos de brindarnos cualquier beneficio.
Pero el municipio tiene la oportunidad única y quizá irrepetible de hacer frente al tremendo impacto que genera este progreso “algo desordenado”. A su vez, podrá demostrar su visión y madurez, al planificar y obrar con inteligencia pensando en el futuro y en el bienestar de la población.
Nuestra ciudad se encuentra casi dividida en dos, por un amplio predio ferroviario desafectado ubicado entre Av. 29, Calle 45, Calle 10 y vías del Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento. En su momento, el Organismo Nacional de Administración de Bienes –que no quiso ceder la propiedad, pero sí el usufructo- estuvo de acuerdo en que el municipio dispusiera de los terrenos como “espacio verde” y lugar de esparcimiento y práctica de deportes al aire libre. El acuerdo no prosperó, y hoy varias familias han usurpado parte del lugar y se talaron algunos de los eucaliptos centenarios que se debieron preservar por su inapreciable valor histórico y ambiental. Como si esto fuera poco, violando todas las disposiciones, se usó un gran sector como depósito de tierra greda, escombros de variado tipo, más los restos de alquitrán resultado del asfaltado de calles, y algunos inadaptados ya lo toman como basural. Cabe agregar que los bomberos deben concurrir periódicamente, por los incendios intencionales que allí se producen.
La Ordenanza Nº 4.451/96 sobre Protección de bienes Culturales y Naturales, señala al Gobierno Municipal como responsable y protector de dichos bienes ubicados en territorio del Partido de Mercedes, por lo cual debería iniciar de inmediato gestiones para poder hacer uso legítimo de este predio, recuperarlo y convertirlo en un gran parque céntrico, el “pulmón” que en poco tiempo necesitará la ciudad y un lugar para reencontrarse con la naturaleza, abierto a toda la comunidad.
Mercedes puede marcar un rumbo y sentar un precedente, anticipándose a los graves problemas de polución atmosférica que pronto deberemos enfrentar. El gobierno comunal debe actuar ahora, para que ese sector cumpla con una función que beneficie a la salud de todos." (1)
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