Por Rolo Capaccio.
Michilo, mi padre, a fines de la
década de los años 20 iba a bañarse con sus amigos al desplayado frente al
monte de duraznos de Badano. Al monte lo custodiaba un personaje llamado
Pacariello, armado de escopeta, revólver, cuchillo y un descomunal trabuco
naranjero. Los bañistas acechaban los desplazamientos del guardia armado para
entrar a robar duraznos cuando este se alejaba, entonces Pacariello, resignado,
a sabiendas de que por más que custodiara le robarían igual, optaba por
traerles duraznos maduros en un balde.
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